¿Por qué escribir?
Un viaje corto a las razones más profundas para empezar a escribir y continuar escribiendo
Me hicieron esta pregunta que jamás había pensado hacerme a mí misma: ¿Por qué quiero escribir?
Quizá la mejor respuesta que se me ocurre es otra pregunta: ¿por qué no querría escribir?
Siempre me ha gustado escribir. Escribir es como detener el tiempo. Mi cabeza hace una pausa, y los pensamiento pasan uno tras otro muchísimo más lento. Los puedo observar. Dejan de ser un torbellino, una tormenta feroz que me nubla la razón y se convierten en suave rocío que revitaliza todo lo que toca.
Escribir es pisar el freno al tren desbocado que es mi mente. Este tren va con prisa, no para en ninguna estación, avanza como si de eso dependiera su existencia y con su movimiento se lleva por delante todo lo que encuentra en el camino. Escribir es el freno, bajar la velocidad y poder disfrutar del paseo, del paisaje. Escribir es detenerse a asimilar lo que está pasando, degustarlo, digerirlo.
Escribo porque esto me mantiene viva, hambrienta de conocimiento y experiencias. Escribo porque si no lo hago pierdo el registro de mi historia, de lo que he vivido y aprendido, de lo que he sentido.
Escribir para vivir:
Para que mi alma florezca
Para que mi creatividad despierte
Para disfrutar de la realidad
Para observar detalles que se me pueden escapar
Para tener un registro de lo vivido
Sino escribo los recuerdos, los buenos momentos, se diluyen de mi mente, se escapan entre mis dedos como la arena seca de la playa.
Si no escribo la velocidad acelerada con la que se mueve el mundo me absorbe, me desmorona y mi vida se convierte en el borrón de una historia que pudo contarse y que ya nadie recordará.
Sino escribo las sombras de la oscuridad se apropian de mi mente y declaran esta tierra como suya. Ocupan todo el espacio, consumen toda la luz. Cubren con tablas las ventanas, y le ponen una cadena con candado a la puerta. Nada entra, nada sale.
Si no escribo, me asfixio, el aire se vuelve irrespirable, mis pulmones se cierran, se llenan de agua. Peleo contra un mar embravecido que no cede, no retrocede. Si no escribo me ahogo.
Escribir para sobrevivir:
Para asimilar la realidad
Para atravesar los problemas
Para aligerar la tristeza
Para purgar mi alma
Para aligerar mi cabeza
Vivo y sobrevivo gracias a las historias que cuento y las que me cuentan. Gracias a las palabras que me dan sentido y dirección, que me dan calma e impulso. Que me dan paz y deleite.
Vivir y sobrevivir gracias al amor a las palabras.
Aprender a vivir por el camino que me dan las palabras
Gracias por acompañarme, caminemos este viaje de escritura y vida. Descubramos juntos hasta dónde nos puede llevar.
Un abrazo,
Estef
Increíble entrada, me ha tocado cada palabra. Gracias por compartir un poco de tu mente. 🩷✨